El egresado del Plan de Estudios asume un perfil profesional idóneo y de espíritu reflexivo, asumiendo en la academia una actitud creativa, transformadora e investigativa que ayude a mejorar la calidad de los espacios físicos de su entorno, a partir de reconocer, comprender y proponer los desarrollos urbano – arquitectónicos en diseño y materialización en la construcción del tejido social, enmarcando su acción en la legalidad.
Es un profesional que reconoce y divulga las artes, protege y promueve la cultura y el patrimonio arquitectónico, estimulando las potencialidades del ser humano, resolviendo con intuición y creatividad dentro de los principios de la pluralidad y democracia para asumir racionalmente la autonomía y el crecimiento personal del arquitecto como profesional, en contribución con sus conciudadanos.