Con más de cuatro décadas de historia, el Grupo de Teatro El Portón de la Universidad Francisco de Paula Santander continúa siendo un espacio emblemático de formación artística, expresión universitaria y crecimiento personal. Desde sus inicios, ha representado a la UFPS con obras diversas, talleres y una pasión que trasciende generaciones.

El profesor Carlos Eduardo Carvajal Valderrama, actual director del grupo, recuerda que El Portón nació gracias al maestro Edgar Miguel Bello García, quien fundó el colectivo en los años ochenta.

“Hace más de 43 años el Grupo de Teatro El Portón ha realizado actividades ininterrumpidas en la Universidad Francisco de Paula Santander. Vine a reemplazar al maestro Bello una vez que se jubiló”, explicó Carvajal.

A lo largo de su trayectoria, El Portón, adscrito a la Vicerrectoría de Bienestar Universitario, ha cosechado numerosos reconocimientos para el Alma Mater. Uno de los más destacados se dio en 2014, cuando el grupo participó en el Festival Regional de Teatro Universitario ASCUN Cultura – Nodo Oriente, realizado en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), donde obtuvo el primer lugar entre las universidades participantes.

“En ese festival en Tunja, de diez premios que se entregaban, siete vinieron para el Teatro El Portón. Fue con la obra La Casa del Qué Dirán, donde logramos reconocimientos a mejor obra, dirección, vestuario, efectos especiales y maquillaje. Ese fue un logro muy importante”, recordó el director.

La puesta en escena, con musicalización en vivo y escenografía diseñada por los propios estudiantes, destacó por su combinación de drama, humor y suspenso.

“La obra tiene drama, pero también hay risa. Esa mezcla particular impactó al jurado. Fuimos, sin duda, la mejor propuesta”, añadió Carvajal.

Con éxitos como el festival regional de 2014 y su presencia constante en eventos universitarios, El Portón no sólo consolida su prestigio institucional, sino que también reafirma su papel como escuela de vida para quienes hacen parte de él. Bajo la dirección de Carvajal, el grupo continúa invitando a nuevas generaciones a unirse, crecer y dejar su huella artística dentro de la UFPS.

El Portón ofrece talleres regulares de actuación, expresión corporal y manejo de voz, con el propósito de formar actores integrales capaces de desarrollar comedias, monólogos y diversas manifestaciones escénicas.

Estos espacios están abiertos no solo a estudiantes de la universidad, sino también para docentes, administrativos e incluso egresados interesados en la experiencia teatral. Además, no requiere inscripción previa en Bienestar Universitario, sino que pueden participar libremente en los encuentros y registrarse en el control de asistencia.

Los talleres se llevan a cabo los lunes, miércoles y viernes de 5:00 a 7:00 pm, y los jueves de 9:00 a 11:00 am, en el auditorio Eustorgio Colmenares Baptista. Cabe mencionar que cuando el auditorio se encuentra reservado para otros eventos, las sesiones se trasladan al salón 301 del edificio de Bienestar Universitario, garantizando así la continuidad del proceso formativo.

Actualmente, el grupo trabaja en el montaje de La Entrevista de Arismendi y La Cenicienta, año 60, dos propuestas que combinan teatro, música y humor. Además, prepara la adaptación de un cuento de Gabriel García Márquez para representarlo en el próximo Festival Nacional Universitario en Villavicencio.

Pero más allá de los aplausos y los premios, El Portón ha sido un lugar donde muchos estudiantes descubren su voz, su confianza y una segunda familia dentro de la universidad.

Para Estefany Ramírez, estudiante de Comercio Internacional, ingresar al grupo fue una experiencia transformadora:

“Entrar a teatro ha sido una experiencia bastante gratificante. He logrado entenderme a mí misma, y en nuestra última obra encontré una parte de mí que he estado buscando desde hace mucho tiempo. Este grupo es como una familia; nos apoyamos, nos reímos y crecemos juntos”.

De igual forma, Yul Gerduvan Quintero Ramírez, estudiante de Administración de Empresas e integrante desde 2019, destaca el impacto del teatro en su desarrollo personal:

“El Portón me ayudó a perder el miedo escénico y a ganar seguridad. He tenido la fortuna de participar en varias obras, como La Siempre Viva y Solamente vine a hablar por teléfono. Aquí uno se encuentra a sí mismo, y eso no tiene precio”.

Y es que si algo define al Teatro El Portón es su poder de transformar vidas. Cada ensayo, cada personaje y cada función se convierten en un recordatorio de que el arte no solo se actúa: se vive.