Con un enfoque en educación en emergencia y construcción de paz, 26 docentes de cuatro instituciones educativas del sector urbano y rural de Cúcuta y Tibú concluyeron el Diplomado en Protección de la Niñez y Adolescencia liderado por el Servicio Jesuita a Refugiados y la Universidad Francisco de Paula Santander.

Durante tres meses, los docentes fueron capacitados en nuestras instalaciones en temas que involucran la atención de niños, niñas y adolescentes quienes reciben educación en estas zonas de Norte de Santander por profesionales y expertos en estos temas, en procura de ofrecer nuevas herramientas, metodologías y practicas pedagógicas para esta población. 

Gladys Adriana Espinel Rubio, docente UFPS y coordinadora del Centro de Comunicaciones y Medios Audiovisuales destacó que para la Facultad de Educación, Artes y Humanidades es muy importante contar con un aliado como el SJR, organización internacional que trabaja por las personas como su nombre lo indica refugiados, migrantes, niños, niñas y adolescentes quienes se encuentran en emergencia o situaciones de riesgo por temas del conflicto armado.

“En Norte de Santander es importante informar a los docentes de diferentes instituciones educativas, algunas de ellas ubicadas en el sector rural de nuestra ciudad y del Departamento con el ánimo que desarrollen acciones para la prevención del reclutamiento forzado, para la atención de estos niños que son migrantes en esta zona de frontera y que, por supuesto necesitan de una orientación y del apoyo de sus maestros para que sigan construyendo su proyecto de vida”, comentó.

Alianzas

El coordinador del SJR en la región, Óscar Javier Calderón Barragán, indicó que desde hace siete años se hace presencia y una de sus áreas estratégicas como obra humanitaria a la compañía de Jesús es de ayudar a prevenir la vinculación y uso de niños, niñas y adolescentes a dinámicas de violencia asociadas al conflicto armado, nuevas violencias y  violencias urbanas “es muy importante para nosotros el trabajo de fortalecer las capacidades y habilidades de las comunidades educativas como lugares en donde se juegan día a día los factores de protección y de riesgos que enfrentan en el contexto escolar los niños y las niñas”.

El diplomado buscó encontrar caminos que permitieran identificar los riesgos, superar la naturalización e indiferencia frente a esos riesgos que viven los niños y niñas para generar acciones.

Iniciativas que construyen

Beatriz Silvina Nova Paredes, docente del instituto técnico Rafael García Herreros, corregimiento Palmarito - municipio de Cúcuta, sostuvo que el diplomado fue muy exitoso porque dota de herramientas como prevenir al niño y adolescente que está en riesgo y ayudarlo a superar la situación.

“El aprendizaje es excelente.  Muchos docentes nos desempeñamos en una región bastante tormentosa con mucha influencia de los sectores al margen de la ley, entonces nos da herramientas para proteger a nuestros estudiantes”.

Igualmente, Daniel Durán Mantilla, docente Institución Educativa Petrolea, de Tibú aseveró que lo más importante de todo proceso es la importancia de prevenir, “estas iniciativas deben construir en los estudiantes pensamientos un nuevo proyecto de vida, pero diciéndoles que hay riesgos afuera”.

Por su parte Mónica Emilse Ramírez, docente de la Institución Educativa Minuto de Dios Policarpa Salavarrieta de Valles del Rodeo – Cúcuta, precisó que la capacitación se enmarca dentro de una necesidad, “lo más significativo es poder como orientadora de cada uno de mis estudiantes saber actuar. Fue muy significativo porque nos enseñaron las diferentes estrategias, mecanismos de cómo podemos hacer que nuestros niños y niñas no caigan en grupos armados”.

Activa participación

Un fuerte indicador del diplomado es la terminación por el 100 % de los inscritos y quienes lo iniciaron, los organizadores manifestaron que este primer ejercicio académico y pedagógico genera una retroalimentación con resultados positivos. Asimismo   proyecto que permitió construir unos mapas de riesgo y de protección que permiten a las cuatro instituciones educativas participantes un plan de acción para ayudar a identificar esos riesgos y mitigarlos para proteger a los niños, niñas y adolescentes.

Para 2018 se espera fortalecer esta alianza de trabajo como un escenario donde se pueda vincular a padres de familia y jóvenes de otras zonas que permitan ir sumando actores a este proceso con actores institucionales de orden departamental y municipal.

Finalmente la docente UFPS concluyó que el Diplomado se convierte en una salida fundamental en estos tiempos y permite una interacción con organizaciones fuertes que han trabajado desde hace años con metodologías verificadas y de gran calidad en el tema de construcción de paz, de atención en emergencias humanitarias y en temas como la educación rural, “nos ayuda a fortalecer nuestra presencia en la región y nos ayuda a dar esos toques importantes en el ámbito de la educación rural que son tan importantes ahora en la Colombia al postconflicto”.