Para conocer las diferentes representaciones y revisar el estado actual de la profesión, el programa de Trabajo Social realizó el I Coloquio Internacional en la Universidad Francisco de Paula Santander, el cual tuvo como eje central las perspectivas latinoamericanas de la profesión. 

Maritza Carolina Jaimes Márquez, directora del Programa indicó que el evento estuvo encaminado en lograr una visión más amplia de la disciplina, razón por la cual se contó con invitados expertos en el área, “tuvimos la participación de docentes internacionales y nacionales quienes presentaron sus perspectivas críticas de la materia y unos referentes bibliográficos actualizados, lo cual permitió un enriquecimiento a nivel académico para los docentes y estudiantes”.

Durante dos días se abordaron los retos para el trabajador social en la actualidad que fueron presentados por Claudia Consuelo González, investigadora social. Asimismo, Cristian Rangel, graduado de la UFPS y docente en Smith College de EE.UU., quien presentó las posturas de intervención a nivel profesional en el norte de América.

La actividad contó con la participación de los estudiantes del Programa de la jornada diurna y nocturna, y fue desarrollado dentro del propósito de autoevaluación con miras al mejoramiento continuo del mismo, “queremos que los universitarios hagan un ejercicio de cuestionamiento como profesionales de las ciencias sociales para luego sistematizar esta experiencia”. 

La perspectiva del Trabajo Social en Latinoamérica 

El I Coloquio sirvió como escenario para conversar sobre el rol y los desafíos de la profesión en el contexto actual, para esto se contó con la participación de Carlos Eduardo Montaño Barreto, experto y referente en la disciplina a nivel de América Latina quien explicó la importancia del trabajo social en el contexto actual de crisis en América Latina, “se está viviendo una ofensiva neoliberal con reversión de los derechos laborales, de las políticas sociales, con estados que se minimizan en la intervención social, pero se maximizan para la intervención y el socorro a empresas privadas. Así que esto ha reprimido fuertemente a los movimientos sociales y hemos tenido la experiencia de diferentes gobiernos, lo cual es un desafío para la disciplina”, afirmó.

Agregó que una de las exigencias para la profesión es un posicionamiento político claro, lo cual requiere una comprensión teórica de la realidad y el contexto en todas las dimensiones.  

El panorama en Colombia para el Trabajador Social

Según Montaño Barreto, el panorama en Colombia no se aleja del evidenciado en Latinoamérica, ya que el país se enfrenta en la actualidad a un contexto de conflicto armado, y específicamente en Norte de Santander a un proceso de migración en la zona de frontera, lo cual implica un impacto social en lo laboral, social, familiar, etc., que posibilita la creación de una xenofobia.

Con todo esto, “el trabajo social colombiano tiene una particularidad que se suma a las determinaciones de un país latinoamericano, periférico, sometido a determinaciones centrales del capital central que tiene algunos desafíos, potencialidades y límites, lo que precisa ampliar un conocimiento crítico de la realidad”, comentó.

En este sentido, el experto internacional instó a los profesionales en esta disciplina a avanzar hacia una apropiación del conocimiento crítico que permita pensar la realidad colombiana, teniendo en cuenta las situaciones propias a las que se enfrentan como ciudadanos, usuarios y como protagonistas de la acción social.

“Hay un primer desafío que es conocer de qué se trata el panorama: de individuos, de familias que deben dejar su territorio; y cómo es la relación de estos inmigrantes en su vinculación laboral, ya que es muy probable sea de extrema explotación, y cómo esto puede ser percibido por los colombianos, puesto que cuando existe este fenómeno, se puede vivir con xenofobia y ver a los pares extranjeros como adversarios, así que todo esto ocasiona problemas sociales, de violencia, etc.”, precisó Montaño Barreto.

Finalmente, el reto de los profesionales en el área es crear vínculos con instituciones, para que de esta forma se pueda llevar el panorama del entorno y proponer una intervención que permita tratar el fenómeno. “No basta solo la producción del conocimiento y la proposición del trabajador social, es importante que eso vaya a las instituciones para generar intervenciones”, puntualizó.